El pequeño pueblo de Lillamay (Tennessee) ha vivido una auténtica conmoción al saber la semana pasada que una de sus jóvenes habitantes (Kimberly Davis, 19 años) se había quedado embarazada de su consola, una Xbox360. “Ha sido un milagro de Dios”, declara la joven en su casa a un corresponsal de este blog. Mientras, una multitud de protestantes religiosos ruge fuera de la vivienda familiar por lo que ellos consideran “una obra del mismísimo demonio”, como comentaba el portavoz del grupo religioso.
“Simplemente estaba jugando al Call Of Duty 4 cuando sentí algo especial. No le di importancia, al fin y al cabo el juego es muy bueno”, comenta Kim, “No fue hasta pasado unos meses cuando empecé sentir nauseas. Me hice las pruebas y bueno… fue toda una sorpresa”. La joven ha confirmado que tendrá al bebé pese a la presión de algunos sectores populares.
“No hay problema con eso, me contó que no fue jugando online”, bromea Jeff Compton, la pareja de la joven, al preguntarle que opinaba del extraño adulterio, a la vez que negaba cualquier implicación con el embarazo. “Estudio fuera y llevábamos varias semanas sin vernos cuando sucedió todo. Es completamente imposible”, confiesa Jeff. “Aun así, vamos a quererlo y educarlo como si fuera mío. Además, me encanta que haya sido con la Xbox360. Cuando [Kim] me dijo que ‘había sido con la consola’ temí que fuera con la PSP de su hermano”, comenta convencido el muchacho, “es casi un orgullo, aunque tenga que soportar alguna que otra broma de mis amigos”.
Un portavoz de Activision, la desarrolladora del juego, afirma desconocer las causas de este extraño suceso, pero se ha apresurado en prometer que “ni a la madre como ni al hijo les faltará nunca ninguno de nuestros productos”. En Microsoft se han negado a hacer declaraciones, aunque una fuente interna ha asegurado a este blog que desde la compañía temen que sea un bug similar al delas tres luces rojas, ese que tantos quebraderos de cabeza le ha dado al gigante de Seattle.
noticia pasada por el INFIERNET..